In Memoriam. 5 poemas de Tamara Kamenszain

 

Por Tamara Kamenszain*

Crédito de la foto www.twitter.com

 

 

In Memoriam.

5 poemas de Tamara Kamenszain

 

 

Destino

 

Dónde estará lo que sigue

me pregunto

mientras lo que quedó atrás

se parece

a un barril sin fondo

en el que es imposible buscar

un indicio para este futuro

que viene cabalgando lentamente

como una flecha de esas

que siempre van a dar en el blanco

aunque hagan un trayecto sinuoso

que a los ojos de ciertos ingenuos

puede parecer

errado.

 

 

Como mi madre que a veces me trata de usted

y yo me doy vuelta para ver quién soy,

la amiga de Sylvia que perdió el voseo

la desconoce hablándole de tú.

Correctas educadas casi pomposas

estas rehenes del Alzheimer

ponen a congelar la lengua materna

mientras nos despiden de su mundo sin palabras.

Sin embargo si te canto tu canción infantil

la neurona del idisch se posa dulce sobre tus labios

y todo lo que nunca entendí en ese idioma

lo repito con vos viejita, y me queda claro.

 

 

 

Soñé con Arturo Carrera

es un amigo de mi generación literaria

me susurraba en italiano palabras al oído

era excitante.

Usted puede viajar a Italia a ver si ahí encuentra el amor

interpreta la analista buscando que acabe

la novela de mi vida para que por fin empiece

su realidad.

Arturo no era Arturo porque nunca

en los sueños los que vemos son los que vimos

y de mi generación literaria el pasado me impone

complicidades guiños contraseñas

que los que no estuvieron ahí

nunca entenderán.

Eso me obliga a hacer siempre el mismo recorrido:

psicoanálisis, literatura, teoría, política…

y aunque muchos jóvenes se fascinen con nuestra época

es un hecho que nosotros

tenemos la cabeza quemada.

 

La poeta Tamara Kamenszain

 

¿Ya hablé de la muerte?

murió mi hermano

murieron mis padres

murió el padre de mis hijos

tantos amigos murieron

y dije y digo que no están más.

¿Eso es hablar de la muerte?

Dejé anotado que se fueron

Les dediqué libros los nombré

por sus nombres me anoticié

de que nadie me contestaba.

¿Eso es hablar de la muerte?

Ensayé todo lo que pude

insistí con estribillos ajenos

“debajo estoy yo” “debajo estoy yo”

pero Pizarnik ya había nacido

enterrada Alejandra Alejandra

se hizo llamar desde chica

y eso sí que es hablar de la muerte.

Yo solamente la cito

porque nací en una generación

y eso no es hablar de la muerte

si el cuerpo camina solo

plegarse con otros al paso del tiempo

es un deporte literario:

“La muerte y la vida estaban

En un cuaderno a rayas”.

 

 

 

Esto no lo conté nunca a ninguno de los analistas:

en el colegio primario judío veíamos todos los años

la misma película de los campos de concentración nazi

esa donde unos cadáveres vivos cavan la fosa

después tiran adentro los huesitos de sus muertos

y después todavía son obligados

a empujarse a sí mismos suicidados por otros

que los fusilan para que de tan livianos caigan

sin comerla ni beberla.

No sé pero todavía hoy cuando un taxista dice

algo sobre los judíos me callo

no vaya a ser que por el espejo retrovisor descubra

que yo también estoy al borde de esa fosa.

Por eso no opino por eso me escondo

detrás de la primera persona.

 

 

 

 

 

*(Buenos Aires-Argentina, 1947 – Buenos Aires-Argentina, 2021). Poeta y ensayista. Licenciada en Filosofía. Desde joven se desempeñó como periodista y, luego, como docente de Literatura. Perteneció, junto a Arturo Carrera y Néstor Perlongher, a la generación de poetas neobarrocos. Fue fundadora y asesora general de la Licenciatura en Artes de la Escritura de la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Obtuvo el Premio Nacional de Literatura de Argentina (1985), el Premio Konex de Poesía (1994), el Premio del Festival de la Lira (2011), el Premio Honorífico José Lezama Lima (Casa de la Américas, 2015). Publicó en poesía De este lado del Mediterráneo (1973), Los No (1977), La casa grande (1986), Vida de living (1991), Tango Bar (1998), El Ghetto (2003), Solos y solas (2005), El eco de mi madre (2010) La novela de la poesía (Poesía reunida. Prólogo de Enrique Foffani, 2012), El libro de los divanes (2014); y, en ensayo, El texto silencioso (1983), La edad de la poesía (1996), Historias de amor (y otros ensayos sobre poesía) (2000), La boca del testimonio. Lo que dice la poesía (2006), Una intimidad inofensiva. Los que escriben con lo que hay (2016) y El libro de Tamar (2018).