Por María Paredes*
Crédito de la foto (izq.) la autora /
(der.) Ed. Bala Perdida
5 poemas de Son tormentas (2023),
de María Paredes
Amanece
Araño la parte de tu cara
que has hundido en el colchón
y tú arrastras por él la sangre;
ruedo de sábanas -cruz medieval
sobre la que intentar amanecer-.
Las horas trajeron una mentira
que se desvistió sobre nuestra cama.
Ahora hay poco de tu luz verde
haciendo callar los lobos
que me cruzan el pecho.
Nuestros sueños de entonces,
almendras en rama,
no saben por dónde renacer.
Me pido una tregua
Mido la longitud del túnel
y el tiempo que voy a poder sortearlo.
Se emboscan mis ojos a la luz,
mis dedos se vuelven raíces y me amenazan.
Me pido una tregua, pero me devuelvo
rotos en la piel.
Alquilo un verano para envejecer,
respiro sulfuro,
tiemblo,
me enrosco despacio sobre la boca
de mi estómago y, desde ahí,
sintiendo la tirantez del nudo,
contemplo despacio
cómo mi cuerpo le brinda,
una a una,
todas sus armas al duelo.
Instinto
A veces aprieta fuerte la supervivencia
y urge enderezar el sentido de los parques,
y por eso yo esas veces ensayo cómo enseño
los colmillos, debato con mi miedo
en bambalinas,
me inyecto veneno de batallas,
me compro cuatro pieles de repuesto,
me curo a lametazos las toallas que no tiro
y me agarro con las yemas descarnadas
a la cima –siempre abismo- de mi instinto
de pantera enfebrecida.
De ave o de zorro
Somos constantemente huella.
Nuestra respiración
marca el aire que hemos utilizado.
Hay camas que no vuelven
a ser las mismas
después de haber sujetado nuestra espalda.
Algunas calles,
con el asfalto aún blando,
atraparán uno de nuestros pasos
para siempre.
Nuestras frases, nuestros besos,
nuestros hijos, nuestro odio,
nuestras pieles, nuestro fuego,
nuestro cuerpo, nuestro miedo
son
el surco procaz
que dejamos en la historia.
En cada camino elegimos ser
huella de ave o de zorro.
El bálsamo del peso ligero
o la velocidad herida de la tinta.
Puede que despierte
Puede que despierte y, si lo hago,
puede que despierte en un motel tramposo
de una de aquellas autovías.
Me habrán llevado hasta allí
las palomas sin pánico
al tendido eléctrico
o el verdín que crece en mitad
de algunos túneles,
acostumbrados de más al silencio.
Habré llegado cansada y altiva,
con las raíces ardiendo.
Habré llegado después de fondear
en otros asfaltos,
eso seguro;
intoxicada de brea y de prisa.
Todas las medianas que recorran
entonces mis ojos
serán la retícula
que me sujete en un nuevo intento
de resumir la velocidad.
Puede que despierte pero, si lo hago,
puede que despierte en carreteras
secundarias, adicta a la paz de la curva
y al propósito de un destino.
*(Madrid-España, 1984). Poeta y narradora. Periodista de prensa y televisión. Magíster en Escritura Creativa en la academia Hotel Kafka (Madrid-España). Se desempeñó durante más de una década en varias televisiones autonómicas y nacionales como reportera de actualidad e investigación, y decidió luego virar su carrera hacia los medios escritos. En la actualidad, publica reportajes y entrevistas en El Español y reseñas y entrevistas literarias en The Objective, además de conducir y presentar Arquitectura Acompasada, el podcast oficial del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Ha publicado en relato Historias de la Tele (2014); y en poesía El burán y otras formas de soplar (junto a Sandra Barroso, 2021) y Son Tormentas (2023).