Por Antonia Pozzi
Traducción por Katherine Medina Rondón
y Celeste D’Addieco
Crédito de la foto (izq.) Ed. Alastor /
(der.) www.italyonthisday.com
3 poemas de Canto salvaje (2025),
de Antonia Pozzi
Canto salvaje
Grité de alegría en el ocaso.
Buscaba violetas entre las zarzas:
había subido al pie de una roca
hinchada y rugosa, rumbo a los arbustos.
Sobre el prado plagado de peñascos,
sobre la cabeza rubia de las margaritas,
sobre mi pelo, sobre mi cuello desnudo,
desde el cielo alto soplaba el viento.
Grité de alegría, mientras descendía.
Adoré la fuerza salvaje y erizada
que hace mis rodillas ávidas al salto;
la fuerza desconocida y virgen, que me estira
como un arco en la carrera segura.
Todo el camino olía a violetas;
los prados languidecían en las sombras,
temblorosos aún de caricias doradas.
A lo lejos, en un triángulo de verde,
el sol se desmoronaba. Hubiera querido
saltar, con prisa, hacia esa luz;
y tumbarme al sol, y desnudarme,
para que el dios moribundo bebiera
de mi sangre. Luego permanecer, por la noche,
tendida en el prado, con las venas vacías:
las estrellas – lapidando con rabia
mi carne disecada, muerta.
Pasturo, 17 de julio de 1929
Deseo de cosas ligeras
Junco rubio claro
como un campo de espigas
cerca al lago celeste
y las casas de una isla lejana
color de la vela
listas para zarpar –
Deseo de cosas ligeras
en el corazón que pesa
como piedra
dentro de una barca –
Pero llegará una noche
a estas costas
el alma liberada:
sin doblar los juncos
sin mover el agua ni el aire
zarpará – con las casas
de la isla lejana,
hacia un alto acantilado
de estrellas –
1° de febrero de 1934

Calle de los Quinientos
Demasiadas palabras no dichas
pesan entre nosotros
y el hambre insatisfecha,
los gritos insaciables de los niños,
los pechos de las madres tísicas
y el olor –
el olor a harapos, a excrementos, a muertos –
arrastrándose por los lúgubres pasillos
soy un seto que gime en el viento
entre tú y yo.
Pero afuera,
dos grandes luces quietas bajo las estrellas brumosas
hablan de amplios desagües
y de agua
que fluye hacia el campo;
y cada brizna de luz, cada iglesia
negra en el cielo, cada paso
de unos pobres zapatos rotos
llevan por calles de aire
religiosamente
hacia ti.
27 de febrero de 1938
*(Milán 1912 – 1938). Poeta. Permaneció inédita durante su vida. Murió al día siguiente de ingerir una sobredosis de barbitúricos. Dejó 300 poemas inéditos que fueron publicados por su familia, la que siempre se opuso a su vida literaria.




