Caer con la flecha. 5 poemas de Salò Tomoe

 

Por Salò Tomoe*

Crédito de la foto archivo de la autora

 

 

Caer con la flecha.

5 poemas de Salò Tomoe

 

 

Toi et moi

 

Mi verdad eres tú,

mi suerte eres tú,

mi tierra poseída, mi balanza perfecta

entre el bien y entre el mal,

mi lenguaje eres tú,

mi silencio eres tú,

mi memoria eres tú,

mi álbum de perdices y frutos alocados,

mi dicha fuerte eres tú,

mi grito alegre eres tú,

mi osadía y mi celo, mi lotería de loba

a la mitad del amor,

mi mano abierta eres tú,

mi ciudad donde caben

                                          calles azules, milagros,

ternuras no dichas por la lengua del hombre

dédalos de bronce, alcantarillas desiertas,

y un rumor de jardines predecidos en medio

de la estatua más pura,

mi credo eres tú,

mi oración eres tú,

mi futuro eres tú,

mi emperador que ha dejado su presencia en la oscura

parábola del mundo,

mi mar eterno eres tú,

mi rueda afortunada                 mi arcano seis eres tú,

mi carruaje eres tú, 

mi paraíso eres tú;

y cuando acalle el sonido del tótem delicado

de mi fuerza y me halle en otra isla fabulosa

más allá de esta vida

seguirás siendo tú.

 

(de Orbe Salvaje, 2024)

 

 

Sex siren

 

Para Miel, La Bella

 

Pescadora de hombres, mujer de otro tiempo,

replicada en las sombras de la ciudad más oscura,

te he escuchado volver entre la luz escarlata

del exterminio y el goce; oigo tu pelo enjoyado,

tal un rumor de cadáveres, oh, jardín de cadáveres,

pura y eterna en tu ley, tienes los nombres sagrados

que hace milenios escucho rasgando el vientre del aire

para nacer nuevamente. Hoy te he escuchado volver

a la mitad de otro sueño para engendrar todavía

otro mundo precioso, ángel rabioso que mira

                                        más allá de lo eterno,

tienes el mundo en tus manos. Hace milenios te busco.

Hoy te he escuchado volver

junto a las alhajas del festín de una reina

que ha renunciado a su sexo. Te he escuchado volver,

pescadora de hombres, tú que me hiciste mujer

a semejanza e imagen de una armadura vacía,

tú que pusiste en mi pecho un latido de loba,

tú que pusiste, hace siglos, una estrella en mis manos

para sentirte conmigo, para sentirme contigo

para incendiarme de dicha

dime, madrastra del tiempo

¿Volveré a ser la niña

                                     que ha encontrado a su madre?

¿Volverás tú a llamarme

                                                         con alegría

                                                         esta noche?

 

La poeta Salò Tomoe

 

La vie est belle

 

La vie est belle et cruelle à la fois

Elle nous ressemble parfois.

Indochine

 

Desde antes de nacer

yo hago bailar a la muerte

con cada paso que doy, yo comprendí que la dicha

es tan solo un chispazo, un as sagrado de luz

que se resbala en los dedos

cuando menos lo esperas

y cuando menos lo esperas

has de encontrarte en el medio

del país más oscuro

                                   sin lugar a testigos

muerta en el hielo, sangrando, devorando tu sombra

asaltada en las llamas del odio más puro

aferrándote al último sueño posible

como un tranvía furioso

que nunca sabe esperar.

 

Pero esta vez yo he elegido

he escogido vivir

por muchos años,          añoro envejecer con ternura

ver mi cuerpo surcado de cicatrices y signos

que no podré comprender

                                      hasta palparlos un día

como el reflejo dorado de una mujer siberiana

con el sexo dudoso

me postraré ante las eras,

ardiendo y temblando de tanta alegría

                      de haber vivido sin culpa,

                      de haber sido tan libre

hasta dolerme los huesos, de haber sentido, en el fondo

de una calle vacía y sin aún ser mujer

ante los ojos de Dios, el amor de mi madre

y en un sarcófago oscuro la voz de mi padre

repitiendo sin tregua

                                                                “este no es tu final”

de haber reído y llorado y gritado de dicha

conjurando, sin miedo, mi voz y mi fe

por jirones sin nombre, he ahí a las sagradas

Miel la Bella, Pamela, he aquí a sus nombres

de haber hallado un hogar, un vestido, una mesa

tantas amigas como estrellas pueden caber en el mar

de haber hallado en el hombre que dios puso en mi siglo

un oasis sin fin

en que al fin puedo llorar

y comprender que, al final, la vida siempre es hermosa

y es fabulosa, repito

La vida es fabulosa.

 

(de En el valle de las Onassis, 2024)

 

 

L’amour fou

 

Puedes huir con el sol a algún planeta sin nombre,

puedes hallar en el mar otro país para ti,

puedes dejarme en el medio del barco más silencioso,

puedes colgar en las ramas mi piel en ti estremecida

y en cada hora del día puede vibrar a lo lejos

algún hermoso reproche, puedo asistir a la caza

de cada sueño oneroso, verlos caer con la flecha

que dios arroja a este mundo desde algún último cielo

como jugando a ser hombre; puedes, en suma, olvidarte

de mi figura y mi nombre, amor amado, tú puedes

dejar a un lado esta tierra

y no mirar hacia atrás,

puedes tomar lo que quieras

sin pedir nada a cambio.

 

Pero no olvides: te amo

como a un tesoro no visto

desde la hoz primordial, oh, huracán replicado

que ha modelado mi cuerpo ante su exacta medida

yo soy la tierra en que pace

                                       tu rebaño dormido;

y no lo olvides, te amo

en cada voz sepultada

a la mitad del azote silencioso de un beso

donde pronuncio tu nombre como una última fe

que cuidaré en cada vida;

y no lo olvides, te amo

entre las calles vacías, con la fortuna adorada

de escucharte reír, no lo olvides, te amo

oh libertad del amor, peso de todas las cosas

paraíso de piedra, no lo olvides, te amo

donde se anega el espíritu en una flor diminuta

sobre la casa de dios, no lo olvides te amo.

No lo olvides, te amo, no lo olvides, te amo

y si lo olvidas de pronto

no lo olvides,

                          te amo.

 

 

 

Le nouveau monde

 

Tú y yo.

              Ambos somos la revolución

más hermosa de todas.

Quiero otro mundo a tu lado,

quiero encender una estrella en la canción de tu pelo.

Quiero entregarte mi vida.

Quiero otro mundo a tu lado.

Esconderé todo el mar

para incendiarlo en tus manos,

esconderé cada rosa

para sembrarla en tu piel,

esconderé los planetas, el paso de las horas,

esconderé todo el cielo,

lo guardaré en tu sonrisa,

y el prado de las eras no hallará otro destino

que no sea tu nombre. Esconderé los maizales

y a los seres de barro para encender tu sonrisa,

esconderé todo el sol

para adornar tu silencio,

yo crearé otro vacío a la mitad del vacío

donde hallaré algún hogar, algún altar de esqueletos

en que ahora pueda ofrecerte

la canción de los días.

 

Esconderé cada dios, cada fe conocida,

la cruz exuberante en que te encuentro y me encuentro

convertidos ahora en el tambor que se asoma

desde el eterno final,

esconderé toda lengua

cada palabra escogida desde la arena del tiempo

para decir «yo te adoro»

sin lugar a testigos.

Y esconderé la mitad del amor de la tierra

como un sonido de plata

para guardarlo en tus dedos

oh mi Estado de Amor, paraíso de piedra

te guardaré todo el mundo

lo entregaré con mi vida.

 

(de Orbe Salvaje II, 2025)

 

 

 

 

 

*(Chancay-Perú, 2000). Pseudónimo de Salò Tomoe Odar Jimenez de Cifuentes. Poeta, artista visual y traductora. Cursó Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú). Investiga en la poesía peruana del siglo XX. Ha publicado en poesía Historia general del amor (2021), Diarios del Armagedón (2021), La destrucción y la música (2021), El evangelio de Circe (2023), Templo de Venus (2023), Los placeres de la imaginación (2024), Orbe Salvaje (2024), En el valle de las Onassis (2024) y Orbe Salvaje II (2025).

 

 

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