Por Víctor Rodríguez Núñez*
Crédito de la foto (izq.) Ed. RIL /
(der.) www.victorrodrigueznunez.com
5 poemas de la piedra de amolar (2025),
de Víctor Rodríguez Núñez
celajes
en un cielo que ayer compuso bach
y no ha fraguado aún
sin otra agencia que la sumisión
escribo con la estrella tu nombre
gris profundo
has dado con la cifra entre la bruma
su misterio astillado
cuando el jardín es iris tempestuoso
donde la sed de súbito florece
como la polisemia
el fuego en su nidal
pone a hervir el aceite del alba
el viento no se olvida
de los celajes que hieren las cúpulas
con sus gallos tardíos
la llovizna lo toma todo a pecho
cruz en el pentagrama
a pesar de sus barras sale el sol
que triangulo sin ti
camino vecinal entre dos nubes
¿qué plantar en la altura
ángel agricultor
en medio de esta turbulencia fértil?
¿la semilla dialéctica
la tristeza gramínea?

litorales
cuando baten sus alas las gaviotas
adensan el crepúsculo
sus graznidos lechosos
hacen círculos sobre chimeneas
plantadas a voleo
ante el mar absoluto
la brújula que sigue a la deriva
las grúas enredadas con la altura
el oleaje que teje el farallón
el puente colgante de un solo grito
se oxida el horizonte
y al bajar la nerudiana marea
queda en cueros el buque
cargado de sí mismo
que ya no deja sombra en cada puerto
barco varado blanco
con vocales a fondo mas simétricas
en las playas de la cacofonía
donde refluyen dulces consonantes
un carajo con su vela de más
entre los ojos del cangrejo se prende el faro
y nubla las antípodas
un camino sin cuento
gaviota alicaída como el sol
que sigue hipnotizado tu mirada
abejas
en principio no hay fin
el fuego es ámbar que se alebresta
la abeja individual
la daga signo de interrogación
y la imagen mira para otra parte
la verdad tendrá pechos
muslos renacentistas
mazapán de toledo en las entrañas
pero ganas no tiene
así te jura el mármol por su diosa
aunque a veces al alba se complica
lágrima de propóleo
panal clarividente
figura del lenguaje que se encuera
fogosa conjunción copulativa
la verdad suena como octosílabo
arte de subsistencia
martillo y pulimento sobre roña
te descuadra del ser
rebelde analogía
y la imagen se fuga en el enjambre
como cera se funde sin pensar
en su miel africana
el asesino lee tus huellas dactilares
detrás de la imagen ladran los perros
filos
afilador de imágenes
con su boina rasgada por la estrella
se aventura en el bembé de la tarde
su caramillo incumple orientaciones
y conmueve las ruinas
en lugar de café cuelas silencio
no te conciernen los quesos normandos
el chocolate en leche de camella
y arrojas al hastío los tendones
las diéresis con demasiada sal
el afilador se toma tu tiempo
y ante un sol lagrimoso
con una voluntad de doble filo
desgrana los fermentos de maíz
despalma sinalefas oxidadas
tu lema para el próximo desfile
en la plaza de nadie
afilar hasta el hueso la mudez
en medio del fervor este mosquero
como única salida al laberinto
es un afilador por cuenta propia
a la luz desdeñosa de un clavel
confusa precisión
el ritmo saca chispas al metal
y la imagen es indolora pero incurable
remolinos
hecho más trascendente que vivir
cada uno da fe
con su espejo celoso
de un día diferente inconfesable
y cada otro en su muerte reflejado
los ojos de cortázar remolinos
no me desclavarán del horizonte
tu sombra sumergida
entre la distancia y el cuervo blanco
sus perlas para la infertilidad
hincar el remo celta
no dejarse traer por la corriente
camarón hechizado con sal bruna
y heteróptero que triangula la superficie
aunque en el fondo la sombra florezca
la luz agazapada en este vidrio
que me pone a ondular
tus pechos coralinos al bajar la marea
las encrucijadas vueltas acordes
este libro robado a un policía
¿por qué romper la cáscara
si en la clara del huevo está la muerte?
escupir en el fuego
las ganas se evaporan
como un grito de cerdo degollado
*(La Habana-Cuba, 1955). Poeta, periodista, crítico y traductor. Doctor en Literaturas Hispánicas por la Universidad de Texas en Austin (EE.UU.). En la actualidad se desempeña como catedrático de esa especialidad en Kenyon College (EE.UU.). Obtuvo el Premio Internacional de Poesía Alfons El Magnànim (2013) y el Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe (2016). Durante la década de 1980 fue redactor y jefe de redacción de la revista cultural cubana El Caimán Barbudo. Ha traducido poesía tanto del inglés al español (Mark Strand y John Kinsella), como del español al inglés (Juan Gelman, José Emilio Pacheco y Jorge Enrique Adoum). Ha publicado en poesía Desde un granero rojo (2013), Despegue (2016) y El cuaderno de la rata almizclera (2017), la luna según masao vicente (2021), la piedra de amolar (2025), entre muchos otros.


