7 poemas de «Bill Lewis, The Shaman Poet/El poeta chamán» (2025), de Bill Lewis

 

Poemas por ©Bill Lewis*

Traducción del inglés al español por ©Rafael Peñas Cruz**

Crédito de la foto (izq.) Wikipedia autor /

(der.) Goat Star Books

 

 

7 poemas de Bill Lewis, The Shaman Poet/El poeta chamán (2025),

de Bill Lewis

 

 

Halloween Headquarters U.S.A.

 

Hazte con tu bolsa sorpresa en negro y naranja,

A solo ochenta y nueve centavos, la mejor calidad-precio.

Linternas de calabaza individuales de cinco pies de alto,

También brujas, fantasmas y hombres lobo de tres pies.

Recuerda, somos la Casa de Halloween,

a la vuelta de la esquina de la rosticería.

Nos localizarás situados entre

Toys-R-Us y Dunkin DoNuts. Abierto hasta la medianoche.

Es otoño, al oeste del Planeta Prohibido.

Una mano de plástico sale del césped del jardín.

El National Enquirer alerta sobre payasos asesinos.

El viento corta como un caramelo relleno con una cuchilla

Han encontrado los restos de un B-17 en la luna.

Los caimanes se han hecho con el sistema de alcantarillado.

Es la hora de los cráneos y las calabazas de plástico,

de las lápidas de poliestireno y las gárgolas con la boca abierta.

El FBI declara la guerra a los narcotraficantes.

La CIA trafica con drogas para financiar a los Contras de Nicaragua

El presentador del concurso televisivo sonríe como una hoja de afeitar

oculta en el cadáver crujiente una manzana acaramelada.

Con el monocromo de Más allá de la imaginación, podemos

controlar tus ajustes de pantalla.

El rubio asesino en serie con la sonrisa mormona

compone versos libres en lenguaje klingon.

Recuerda, somos La Casa de Halloween.

Hazte con tu bolsa sorpresa en negro y naranja.

El vendedor de pararrayos ha llegado a la ciudad,

de sus zapatos se desprende serrín de momia y polvo de polilla.

 

 

Poema de recuperación del alma urbana

 

Escalpelos de abuso y hielo

te han distanciado de tu hogar.

Padres y falsos amigos

te alejaron de ti.

Pero he enviado a mi ayudante

para que te traiga de vuelta.

Sigue al zorro urbano,

él es mi presa.

Él te guiará por los

estrechos pasajes de la noche,

esos callejones que hieden

a gatos y curry podrido,

cruzando los basureros

de la mente donde viejos miedos

yacen como húmedos colchones.

Él te guiará

cruzando aparcamientos

donde los arcoíris se disuelven

en charcos negros y lámparas de sodio

que convierten su pelaje rojo en gris.

Él te guiará a través de

los límites inquietos

de la Ciudad de Cartón, donde

la falta de hogar golpea

con violencia a las personas.

Él te guiará a través de los

Polígonos municipales, donde

parpadean televisores en habitaciones vacías.

Confía en el zorro urbano,

él es mi presa.

Sus pies corren al ritmo

de mi tambor pero no es manso,

simplemente trabaja para mí

porque no me hago pasar

por chamán y prometo

no hacer publicidad

en revistas “New age”

entre los anuncios de

la astrología atlante

y el capitalismo cristalino.

Él sabe que solo soy

un poeta común y corriente

que se hace amigo de las sombras.

El zorro urbano

es mi presa.

Su pelaje huele a lluvia y verano

Sus pies corren al ritmo

de mi tambor, pero su corazón es suyo.

 

El zorro urbano vive en la

dimensión verde que es mi

descuidado jardín trasero.

Deja que su condición silvestre te lleve

A mi puerta siempre abierta.

Hay café recién hecho

y su aroma llena la cocina.

 

 

 

Guerra de flores

 

para Claribel y Bud

 

En otra América donde

el recuerdo es una guerra de flores

detrás del telón de silencio,

reposa un calor gris más pesado que el acero

donde el jaguar rojo descansa

y el tigre azul de la profecía

hace añicos el mundo

con una poderosa maza

de lirios y orquídeas doradas,

destrozando la noche en mil pedazos y usando

los fragmentos de oscuridad para

reconstruir la mañana,

luminosa con lagos

                                 y lepidópteros.

Devaluadas están las antiguas monedas

de chocolate y plumas esmeralda.

Una tos de acero golpea nuestros

pulmones exteriores: los árboles.

El General estruja una gardenia

en la palma de su guante de cuero.

El Cardenal bendice las jaulas de pájaros,

las bandas de música, los juegos de béisbol y

los interminables desfiles de pétalos de papel.

El recuerdo es una guerra de flores,

una sangrienta guerra de flores.

En otra América donde

El helicóptero acorazado profana

El manto azul de las montañas.

Donde los únicos mariachis son

orquestas de esqueletos que usan

sus cajas torácicas como marimbas.

 

 

Un rosario para María Sabina

 

Mujer hecha de lenguaje.

Mujer alfabetizada por un Alfa

y Omega de setas y malas hierbas.

Mujer cuya carne es un códice viviente.

Una mujer de léxico etnobotánico.

Mujer reloj que aplaude con exactitud

la medida metronómica de su canción,

cuyas oraciones están envueltas en una

hoja de plátano como un tamal aromático.

En la tierra crecen niños y payasos

que nos hacen reír;

lloramos en nuestra catarsis.

Mujer payaso primordial, sabes

que hay asombro en nuestra risa,

que hay dolor en nuestra hilaridad.

Un Cristo mazateco está crucificado en la

cruel cruz de un cactus, su sangre está en la

cosecha de café, su cuerpo en el maíz;

brilla como un Apolo mesoamericano.

Mujer colibrí que chupa el

dulce néctar de la enfermedad expulsándomela del cuerpo.

Mujer que con una escoba de hierbas 

barre las nerviosas montañas.

Mujer que está bordada con hilos de neblina 

en el huipil del amanecer.

Mujer que masca una cuenta de brillante

sonido en el rosario de la lengua.

Mujer cuya lengua es el estrecho de Bering.

Mujer cuya lengua es un puente terrestre.

Lo cruzamos hacia la tierra de la salud.

Lo cruzamos hacia la tierra de la salud.

Lo cruzamos hacia la tierra de la salud.

 

 

 

Un extraño en el paraíso

 

“He venido a apagar los fuegos del infierno

y a quemar la promesa del paraíso”

Rabia Al Basri

 

No creo en el cielo como lugar

pero si fuera cierto tendría que

entrar como inmigrante ilegal, sin

documentación y con un pasaporte falso.

Al fin y al cabo, ya estoy casado con un ángel

así que debería tener derecho a la tarjeta verde.

En el examen de ciudadanía,

tendría que fingir que el blanco es mi

color favorito, mientras planeo en secreto poner

al rojo vivo la ciudad celestial,

mordiéndome la lengua mientras escucho los sermones

de santos santurrones.

Pero si tú estuvieras allí, como seguramente

estarás, apretaría los dientes y

me dejaría llevar, leyendo por las noches en secreto 

los libros prohibidos a la luz de una linterna. 

 

El poeta Bill Lewis

 

Actividades americanas primigenias

 

La culpa que nunca supiste que tenías

como un Wendigo del bosque.

Un hacha de piedra que te parte el cráneo

símbolo de la tierra robada, algo

que nunca has comprendido conscientemente.

Mira al pequeño Howard Philips mientras escucha

los delirios moribundos de su sifilítico padre,

en libros leídos en la Logia Negra

de alguna oscura variante masónica,

antes de que la sífilis lo enloqueciera el todo.

El niño de cabellos rubios alza la vista de la

ventisca de la pantalla para decir: ¡ya están aquí!

La culpa que nunca supiste que tenías,

Es seguramente la raíz oculta de todo lo que temes.

Por ahí viene algo verdaderamente maléfico

como un espectáculo de carnaval ambulante

que viene cruzando la vasta llanura del medio oeste,

uno de los caballos de hierro más oscuros.

Mira el fuego de las fabriles chimeneas

zigzaguear en torno a un viejo tren de la guerra civil.

Nathanial, ¿qué letra escarlata habrías

llevado cosida al abrigo? 

¿Qué abolida maldición te habría liberado?

Ah, no hay negocio comparable al de Poe.

Esa culpa que nunca supiste que tenías late

por debajo de las tablas del suelo de tu sociedad.

 

 

 

Canción del chamán

 

 ¿es esto un sueño

 que estoy soñando?

 ¿es esto un sueño

 que estoy soñando?

 o solo estoy

 soñando que estoy

 en un sueño?

 ¿es esto una canción

 que estoy cantando?

 ¿es esto una canción?

 que estoy cantando?

 ¿o soy solo una canción

 que alguien está cantando?

 estoy bailando

 con las palabras

 las palabras son

 como una esposa

 las palabras son como

 un cuchillo

 el bisturí

 sanador de un cirujano.

 ¿es esto una piedra

 que hago rebotar en el agua?

 ¿es esto una piedra

 que hago rebotar en el agua?

 ¿o soy solo una piedra

 que está rebotando

 en una ola

 

 

 

 

 

*(Maidstone-Reino Unido, 1953). Poeta, artista, narrador y mitógrafo. Miembro fundador del grupo The Medway Poets, también conocidos como los poetas punk. Más tarde, fue miembro del grupo artístico Stuckists. Bill ha desarrollado un lenguaje que va más allá de aquella explosión creativa primigenia, escribiendo un corpus de poesía que aborda el mundo moderno desde el punto de vista de un poeta de clase trabajadora que mezcla mitologías antiguas y nuevas para interpretar tanto la Gran Bretaña moderna como el mundo más allá. Bill Lewis the shaman poet / El poeta chamán (Goat Star Books) es una antología de su obra en inglés/español. Todos los poemas incluidos en esta edición fueron publicados en su versión original en Sparrowhawk and Other PoemsThis Love Like a Rage without AngerThe Long Ago and Eternal Now e In the House of Ladders. Esta es la primera vez que sus poemas se publican en español en forma de libro.

 

 

 

**(Córdoba-España, 1964). Novelista. Creció en Barcelona (España). Licenciado en Filología inglesa por la Universidad de Barcelona (España) y magíster en Estudios hispánicos por el Birkbeck College de la Universidad de Londres (Reino Unido). EN la actualidad, reside en Londres y se desempeña como profesor de Lengua y cultura hispana en la London School of Economics (Reino Unido). Ha publicado las novelas Las dimensiones del teatro (2004) y Charlie (2010).

 

 

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