Por: Sergio García Locatelli
Todos conocemos a las figuras que da el deporte en nuestro país como Kina Malpartida o Claudio Pizarro, pero ¿cuántos conocen a los grandes de la cinematografía en el Perú?
Stefan Kaspar, original de Suiza, llegó al Perú hace más de 35 años y la realidad social y su pareja peruana, lo convencieron de quedarse y hacerse algo por ésta, su nueva patria.
Él es un referente para dos generaciones (por lo menos) de cineastas peruanos que veían en “quedar con Stefan”, un encuentro obligado para hablar de sus proyectos o simplemente una visita imprescindible para conocer su punto de vista sobre diversos temas de interés.
Pero, ¿por qué dos festivales internacionales rinden homenaje a Stefan Kaspar?
El Festival Cinema da Fronteira ha creado una nueva sección competitiva llamada “Cine Comunitario Stefan Kaspar” en la que pueden participar cineastas profesionales o amateurs que realicen una obra colectiva, es decir que cuenten con una autoría firmada por varios artistas que pertenezcan a una comunidad.
Ojo al Sancocho, festival internacional de Cine en Bogotá, fue el festival que vio por última vez en actividad a Stefan, ya que durante una de sus intervenciones magistrales, sufrió una descompensación y tuvo que ser trasladado al puesto de salud más cercano, falleciendo a los pocos minutos de llegada.
El creador e impulsor de la Red de Microcines, que tenía como fin el desarrollar cultura audiovisual desde la comunidad, nos dejó a sus cortos 65 años, edad prematura para partir para todos los cineastas que veían en él a un mentor, “un padre cinematográfico”.
Su mirada hacia las comunidades nos dejó con frases como esta “Usamos nuevas tecnologías para acercar el cine a la gente que vive en pueblos y barrios; no el cine comercial sino el cine con valor nutritivo, el cine que fortalece identidad y genera conciencia crítica”.
Stefan Kaspar, Alejandro Legaspi, Fernando Espinoza, María Barea y Fernando Barreto fundaron, en el año 1982, “El Grupo Chaski”. Asociación sin fines de lucro que vio como meta desde sus inicios el tratar la realidad de los niños que tienen que trabajar en vez de ir al colegio o jugar, la injusticia social entre países del norte y del sur y la que se encuentra en el interior de cada país, vinculada a la pésima distribución de la riqueza.
La Red de Microcines surgió frente a la necesidad de formar espectadores, como una cuestión urgente ante el poco conocimiento que el espectador de a pie tiene sobre cine. La campaña de alfabetización audiovisual tiene como rol el apoyar al desarrollo local a través de una dinámica de cultura a partir de la democratización del cine permitiendo exhibir y producir. El legado de Stefan tiene 36 sedes a nivel nacional en Costa, Sierra y Selva.
Lo que Kaspar entendía como soberanía audiovisual era el que las propias comunidades creen sus productos para una alimentación audiovisual con filmes propios que hablen de ellos mismos y que no sea necesario el contar con cine de afuera para que una comunidad se vea reflejada desde la mirada del otro.
Para los que no han podido estar en contacto con la cinematografía de “El Grupo Chaski” los dejamos con algunos enlaces de los filmes más emblemáticos que realizó esta asociación:
Este es el último documental que produjo Stefan Kaspar:
El Azaroso Camino de la Fe de Otto Brun
El Festival Ojo al Sancocho se despidió de Stefan de esta manera
Últimas imágenes de Stefan en el festival Ojo al Sancocho
El grupo Chaski le ofrece un Homenaje póstumo a Stefan Kaspar