Por: Lorand Gaspar
Traducción y texto: Víctor Bermúdez
Crédito de la foto: http://www.nyest.hu/hirek/konyvunnep-a-budai-varban
Inédito en español, el poema «Fouilles» es la segunda serie de la obra Égée publicada en 1980. Estos cuatro poemas contextualizan al hombre prehistórico y representan el aprendizaje que se inaugura en el contacto del hombre con la naturaleza. La cueva es pues el espacio, junto a los primeros palacios minoicos, donde Gaspar representa nacimientos o primeras escrituras primitivas, trazos de una humanidad excavándose, reconociéndose.
Excavaciones
Neolítico II
proporción, ni las gracias complicadas, ni el ascesis,
Minoico antiguo
La mano deletrea en el sueño las piedras
los nombres y los ritmos del conjuro.
Y es tan clara esta voz procedente de lo opaco,
es tan simple la garganta que ella abre a lo que pesa,
que la mano se estremece sobre las pendientes escotadas.
Adosada a la noche, ella vacila todavía,
tantos ruidos agudos de las aguas en los dedos,
sigue una línea aún desconocida en el mundo
de punto en punto donde su tacto respira,
donde la onda de piedra desabrocha su cuerpo,
desata en el vientre la dicha de la plenitud,
ella repite la línea desconocida ya en el mundo,
en el calor del mismo estrago olvidado.
Minoico medio III
Pozos de luz de los palacios de Tilisos
pozos de sombra de las fiestas del verano
En la habitación profunda de frescor
la Piedra de la mirada en el anillo oscuro
Roto por un breve chorreo de cobre
Culebra de la fecundación, protectora de los muertos.
Recolectores de azafrán,
Recolectores de pepitas rojas, azules y blancas
En Cnosos y en Hagia Triada
la sed de las flores bajo el peso de los muertos
curva la mano en los flancos del jarrón —
¡como brilla un instante en el vientre húmedo del sol!
Hombres lampiños de largas melenas,
ceñidos de taparrabos, adiestrados en combates,
el arco tendido al extremo del movimiento,
cosechadores y portadores de ofrendas —
chorreo de hachas y de joyas —
damas azules y hombres de largas melenas
¿qué han visto tan incomprensible?
¿Qué era este clamor encima de sus umbrales?
año 1570
Minoico reciente I
(de Hagia Triada)
Delfines, pulpos, peces
frescor de lino, de cañas, de olivos,
vibración del día en un color
gozo de una línea que se mueve todavía
y yo sueño con esta mano entre millones
de manos, sorprendida, feliz —
y no sé qué, un pigmento
que hace que el alma respire,
que vea la vida esas cosas que
vienen a mis ojos
y morirán una vez más —
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Fouilles
NÉOLITHIQUE II
(EJ, 21)
Minoen ancien
La main épelle au sommeil des roches
des noms et des rythmes pour une incantation.
Et si claire est cette voix tirée de l’opaque,
si simple la gorge qu’elle ouvre en ce qui pèse,
que la main frissonne sur les pentes évidées.
Adossée à la nuit, elle hésite encore,
tant de bruits fins des eaux dans les doigts,
elle suit une ligne encore inconnue dans le monde,
de point en point où son toucher respire,
où l’onde de pierre déboutonne son corps,
délace au ventre le bonheur du plein,
elle redit la ligne déjà inconnue dans le monde,
dans la chaleur du même ravage oublié.
(EJ, 22)
Minoen Moyen III
Puits de lumière des maisons de Tylissos
puits d’ombre des fêtes de l’été.
Dans la chambre profonde de fraîcheur
la Pierre du regard dans l’anneau sombre
Rompu d’un bref ruissellement de cuivre
Couleuvre de fécondation, protectrice des morts.
Cueilleurs de safran,
Cueilleurs de pépites rouges, bleues et blanches
à Cnossos et à Hagia Triada
la soif des fleurs sous le poids des morts
courbe la main aux flancs du vase —
comme il brille un instant le ventre mouillé de soleil!
Hommes glabres aux longs cheveux,
ceints de pagnes, huilés de combats,
l’arc tendu à l’extrême du mouvement,
moissonneurs et porteurs d’offrandes —
ruissellement de haches et de bijoux —
dames bleues et hommes aux longs cheveux
qu’avez-vous vu de si incompréhensible?
qu’était cette clameur sur vous seuils ?
an — 1570
(EJ, 23)
Minoen Récent 1
(Aiguières d’Hagia Triada)
Dauphins, poulpes, poissons
fraicheur de lin, de roseaux, d’oliviers
tremblement du jour dans une couleur
joie d’une ligne qui bouge encore
et je rêve à cette main entre milliards
de mains, étonnée, heureuse —
et je ne sais quoi, un pigment
qui fait que l’âme respire,
que voit la vie ces choses qui
viennent à mes doigts
et mourront une fois encore —
(EJ, 24)