Texto y dibujos por Miguel Lescano*
Crédito de la foto Vanesa Zamudio –
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Infierno in/humano: ¿negro o diabólico amor?
En Confesor (2024), de Francisca Huamaní
Penitencia del tiempo
Quiero saber si el tiempo es ufano o solo cruel.
Necesito olvidar que no siente remordimientos
cuando pasa veloz.
Me urge porque hoy soñé que es un villano.
Soy apenas una fatalidad
en un universo que alberga demonios.
Ni siquiera soy una estrella que avanza lenta,
tan lenta, como los caracoles aplastados en el
jardín.
Soy aún más insignificante que las nubes.
Sin tiempo, vivo sin caparazones
en ciudades donde el fuego tampoco alumbra.
En noches de algarabía foránea y
adoración a dioses paganos
(jamás hicieron milagros).
Me asomo sin ansias a la fe de blasfemos
peregrinos
que deambulan por curiosas calles.
No quiero más tiempo para averiguar.
Hoy tampoco tengo fe.
Solo necesito una respuesta en la voz de Dios.
Falso es que el tiempo transita sin lastimar.
Oprime.
Me hace sentir inútil cuando doy pasos adversos
en horas infames.
Hoy me siento como el tiempo: ufana y siniestra. (28).
I.
¿La violencia que genera una relación amorosa al quebrarse en desencantos, inspira el caminar por caminos minados? ¿Es el amor de vitrinas, un explosionar de miradas? ¿O será la tregua de pausas suicidas el odiar como tempestad? El no amor y las frustraciones existenciales gobiernan el pasado y futuro del poemario Confesor de la escritora Francisca Huamaní.
II.
“Él ha roto mi corazón/ ya maltrecho por la tiranía de su amor sin ternura”. (13).
III.
Confesor es un libro de poéticas corrosivas. Versos de grueso calibre estallan como granadas en los ojos desorbitados de alienígenas. Teorías para una muerte. Pausas vivenciales. Pasiones para el olvido. La poeta Francisca Huamaní recorre ciudades que agonizan y escribe: “Eres una estafa cuando oscurece”. (16). ¿Se ve o no se ve? Negra mancha como hiel putrefacta. ¿Otra realidad? ¿Otra forma? Poéticas de desencanto. El mal, hecho poesía. Jorge Luis Borges versa:
Me crucifican y yo debo ser la cruz y los clavos.
Me tienden la copa y yo debo ser la cicuta.
Me engañan y yo debo ser la mentira.
Me incendian y yo debo ser el infierno.
IV.
En Confesor los versos trituran la carne. Triturador de nuevos discursos. Frustración y desasosiego: “Soy hipócrita cuando estamos juntos”. (17). Piel del Ser. Laceradas por un protagonista (nunca se refleja) post/humano. Francisca Huamaní desata melancolías corrosivas. Versa una y otra vez: “Vivo a tu lado sin espíritu ni fe”. (17). Rompe el ideal. Es anti/romántica. Está enloquecida por el desdén. Textos de odio + amor = locura negra. Huamaní ama triángulos afilados. Esferas puntiagudas. Transforma las almas en rutinas suicidas. Odia todo lo que le provoca amar. Pecar es hacer la revolución.
V.
¿La poeta está desnuda o enloquecida por el devenir de metrallas? Con el alma a la deriva por la ciudad muerta. Sombra sobre sombra. Jorge Eduardo Eielson escribe:
Y esto es lo que precisamente ocurre en los mejores instantes del alma
humana: el clímax de una composición es un estado del alma que los
sentidos no nos pueden revelar sino durante un estado del alma semejante.
O, para decirlo mejor, durante un instante de desnudez equivalente a la
que produce el instante de la entrega amorosa: la ceguera del cuerpo
y del alma que nos transfigura y torna sagrados nuestros sentidos,
violentamente rituales nuestras más oscuras caricias, definitivos nuestros
más terrenales deleites(76).
Confesor grita palabras fácticas. Medita imperfectas metáforas. Palabras fuera de circulación tradicional, como: mediocre, fariseo, marica, sin vientre, espasmos, angustia, deshonró, etc. Predice diálogos poco usados. Versos con peligros que se clavan en el alma vacías de rutinas. Como define Mario Montalbetti: “El poema piensa porque fuerza lo innombrable”. (63). ¿Nuevo paradigma del pensamiento? ¿Otro Amor? ¿Otro Odio? Historias de penas y ofuscaciones. El ser amado no se queda a la plañidera. No socava. Se va. Huye. Camina hacía ciudades infectas. Al infierno.
VI.
Confesor delata/enumera pesadillas. Huamaní escribe: “Expulsas improperios a tu amada,/ el mismo día que lanzas piedras a las prostitutas/ en tus sueños./ No hay confesores para ti, engañador de nenas/ desertoras y esposas enfadadas”. (25). ¿Incidente o disidente? Dudas. Mal/entendidos. Guerra fría. Disparos con odio. Devenir de dudas sofocantes. Baudelaire lo descifra como: “Tu mirada infernal y divina/ Confusamente vierte crimen y beneficio”. (35). ¿Vida o muerte? Canción de odio para crucificar sonidos.
VII.
El objeto del mal prevalece. El objeto es un puñal que aún no sangra. Exacerba el mundo de pecados. Huamaní es mujer de hierro y escribe: “Una lágrima aflora cuando la luna no me/ pertenece./ Un cabaret en mi pasado se convierte en espejo/ de sangre”. (27). Piedra ancestral. La furia y el odio vibran en estos versos de metal. La poeta Ivonne Bernuy en su libro DISECCIÓN escribe: “Un averno de hormigas invade mis lamentos/ asomo en los descuidos de sus límites/ mi sombra enfurecida”. (19). Rabia in/humana. Odio + odio = Confesor. La ciudad se violenta. Metrópolis donde viven hombres cavernícolas. Trogloditas borgeanos que buscan la eternidad mediocre. Inseguros, parcos, esquivos e hipócritas. Huamaní los descubre caminando por el centro de Lima Gótica y asevera que: “Cuchillo en mano, fijo la muerte de mis lágrimas,/ dolor y coca”. (27). Entre astillas y bombas lacrimógenas lanzadas a ángeles que protestan, se desliza Huamaní por madrigueras naranjas. Aniquila con palabras/rayos el falso amor. Afiladas con espumas de cervezas bebidas noche tras noche en el bar QUEIROLO. El objeto de amor/odio socava las vivencias. El objeto asesina despiadadamente habitaciones oscuras y almas disidentes. Osar la verdad sobre la verdad.
VIII.
Walt Whitman profetiza: “Me brindo al bien y al mal, dejo hablar a todos,/ a la desenfrenada Naturaleza con su energía original”. (197). Huamaní lanza al universo otras verdades. Un misil de desacuerdos. Encono sobre encono = muelas feas. La poeta insiste en proliferar su ímpetu de abismos: “Me río de tu fealdad./ Me mofo de tus orejas ausentes./ Soy rondera de tus ojos bisojos”. (30).
IX.
“Decirte adiós no es simple, no es humano./ Es Eterno,/ es abismo”. (34).
Referentes:
Huamaní, Francisca. Confesor. Lima: Cono Norte Ediciones. 2024.
Eielson, Jorge Eduardo. Ceremonia comentada. Textos sobre arte, estética y cultura. Edición de Luis Rebaza Soraluz. Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú. 2010.
Montalbetti, Mario. El pensamiento del poema. Santiago: Marginalia Editores. 2019.
Baudelaire, Charles. Las flores del mal. Barcelona: Ediciones Orbis. 1982.
Bernuy, Ivonne. Disección. Lima: Editorial Apogeo. 2020.
Borges, Jorge Luis. Recuperado de: https://www.poemas-del-alma.com/el-complice.htm
*(Lima-Perú, 1963). Poeta y artista plástico. Magíster en escritura creativa por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú). Ha publicado en poesía Ilusión caja de poesía (2018), Disonante. Texto & imagen (2017), La música dibuja el cielo (2011), Sonrisa negra (2002) y Lima sobre Lima (1987).
**(Perú). Poeta. Periodista por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú) y cursa la maestría de Escritura Creativa de la misma universidad. Se desempeñó en el Diario Oficial El Peruano, Expreso y la revista Exportar. En la actualidad, trabaja como coordinadora de comunicaciones en la Asociación de Exportadores (ADEX) y como responsable de la coordinación general de la revista institucional del gremio exportador Perú Exporta, la comunicación interna y las coordinaciones del Boletín Semanal Perú Exporta. Ha publicado en poesía Confesor (2024).