El amanecer del tacto. 5 poemas de Marlene Zertuche

 

Por Marlene Zertuche*

Selección por Iván Méndez González

Crédito de la foto la autora

 

 

El amanecer del tacto.

5 poemas de Marlene Zertuche

 

 

es tarde para ser triste

 

es tarde para ser triste

el amanecer del tacto

apenas descubre

las ideas del esqueleto

la luz que atraviesa

la delicada piel de la memoria

 

que la conciencia mantenga limpia

por encima del mal tiempo

que corte la escena pero no las venas

acuda a otro recuerdo

me refugie en un rincón diferente esta vez

 

que para perdonar está el olvido

sustituir la imagen

o meterse uno bien adentro de uno mismo

profundísimo

en el silencio de agua

y que para ello no basta con cerrar los ojos, respirar

 

le antecede a todo un golpe

un hueso roto en la historia propia

la confusión de personas

el tren que nunca cogimos

digámoslo de una vez:

el error le precede

 

por eso nadie puede juzgar

que busqué una salida

y tuve miedo

nadie puede reprocharme

que procesé inadecuadamente

las variantes que se

me presentaron

que coloqué mal las palabras

que oscurecí

 

no voy a lastimarte con

mis dudas ahora

es tarde para ser triste

sin embargo abro las piernas

y te digo ven

 

pero ningún miembro

me cobija la soledad

la condición propia del cuerpo

el llanto tardío

 

Marlene-Zertuche-Mazo-de-Hércules-portada

 

déficit de atención

 

1

 

tenía comida con él

mucha fruta

mucho cereal

pero en actos

enojo

un simple doblez de sábanas

la forma de acomodar la despensa

declaraban su guerra contra el día

 

2

 

tenía comida con él

mucha verdura

proteína animal

el espíritu

lo nutríamos

con carencia de tiempo

la luna no salía entonces

 

3

 

tenía comida con él

mucho aceite para freír

y para los caldos,

agua en abundancia

él se concentraba

en el buen vivir

yo aprendí

a nombrarlo “él”

para hacer

menos personal

lo que escribía

ejercer mi derecho literario

 

me ayudó a vivir

también

practicar

el déficit de atención

 

La poeta Marlene Zertuche.
La poeta Marlene Zertuche.

 

tres poemas para responder telegramas

1
abreviar te amo

¿Y por qué a mi edad soy tan cursi? ¿De dónde me viene hablar de ti todo el tiempo? Siempre un músculo, un gesto, mi interpretación a tus comportamientos, decodificando el día más ordinario, ahogando mi soberbia y mi pena en el mismo vaso, resolviendo perdones que no sabes que existen, haciendo a un lado olvidos, palabras que no dicen nada y silencios que hablan tanto. Sin poder pasar esa línea literaria que me salvará de la mala poesía en la que sólo se habla de uno mismo. ¿De dónde verme inmersa en ese siniestro juego de confianza-desconfianza? ¿De dónde mi intento por comprender tu semen filosófico?, jugo seminal cargado de sorpresa, de espermatozoides simbólicos y bailarines, células que preservan mi propia vida y alientan mi muerte. Esos núcleos de grandes cabezas y flagelo alegre, que embarcados en moco ácido navegan decididos rumbo a mi útero, y dan también placer, ese otro nacimiento en sí mismo, ese tan entenderme en mi cuerpo.
Tú eres más resuelto, y yo, sí, insisto, soy muy cursi por recurrir a todas esas figuras, a tanta metáfora para pedirte cama y tiempo, una cena de dos, qué sé yo, un sabernos. Pero es el colmo, amor, que abrevies te amo, eso sí ya es muy jodido.

 

2
o escribir un poema

Un hombre que vive de hablar y calla, al fondo Cesaria Evora canta en un idioma que apenas distingo y es tan dulce su tristeza, sé que dice llorar, sé que dice dolor profundo, pero el entendimiento no me alcanza para conocer esas lágrimas, sé que dice despedida. ¿Qué hacer entonces? ¿Un paseo, un helado? Revisar los telegramas y decodificar, o escribir un poema, salir de mí misma.

 

3
sin puntos

No es necesario lo que decimos. No es importante lo que recordamos. Los días entonces debían ser soleados y fríos fueron. Dije debían como si el sol tuviera la obligación de sostener nuestro ánimo. La señal tal vez era el clima que cifraba todo o el bicho en la cara de una mujer que respuesta pedía, o simplemente un punto no colocado a tiempo, como si a través de él se me fuera la sangre toda, sin confiar en la fuerza de mis venas y arterias, que antes ya me habían librado de muchos males. Por eso te digo que no es necesario lo que decimos, no es importante lo que recordamos. Ni siquiera cuando la memoria es una respiración sobre la nuestra, una que sentimos propia y familiar, y que escapó igual con los días. Basta ya, que las palabras no son importantes ni los recuerdos necesarios. Se ve que es así, que los puntos se colocan a tiempo para después no entrar en discursos como piedras que se hunden profundo.

 

 

 

pensar con el cuerpo

 

El cuerpo también es verdadero y lo dormiré triste esta noche, no quiero que piense en ti. Existe remedio. Habrá mejores días. Todo mañana va a cambiar. Otras noches de cortar la cabeza, en las que te piense como siempre pediste: con las venas últimas, arraigadas en la pulsación, sin pretextos ni conclusiones, libre de todo pensamiento y culpa. Pensarte con el cuerpo, cortar la cabeza, no razonar. A ti que confiaste en mi espalda y mi sexo para guardarte, hoy te parece poca cosa que el cuerpo esté mohíno, que me duelan los pies, que me crezca la angustia.

 

Consejos-a-la-niña

 

hechos brutos

 

la poesía requiere de

la ciencia de la química

decía Siqueiros

 

un martillo cae

la puerta se cierra

los cuerpos se mueven

ahí está la física

 

hay preguntas

a las que nadie responde

imaginaciones que se agotan

paciencias que se asfixian

palabras que se nos quedan

en la meditación de la madruga

atoradas porque uno concluyó

el sinsentido de articularlas

ahí está el entendimiento

vienen los flujos más humanos

las lágrimas, el semen

la saliva

y su composición viscosa

ese pH intimísimo que regalamos en el beso

 

una proteína que segrega el hígado

despacito, apenas para pintar el plasma

y cumplir con la mitad de sus funciones

 

como cuando dejamos

sólo armada la orilla del

rompecabezas

o la lectura de una novela

que en principio nos entusiasmó

y no nos interesa más

 

la poesía, sí

requiere de la ciencia de la química

como el amor

que pide

materia

átomos

partículas

hechos brutos

que no necesitan ser analizados

bajo la lente del microscopio lejano

sino sentidos, de piel a piel

 

 

 

 

 

*(Guadalajara-México, 1983). Editora y poeta. Estudió Letras hispánicas en la Universidad de Guadalajara (México). En la actualidad, imparte talleres de apreciación y análisis de textos literarios, realiza la investigación Las vírgenes terrestres. Observaciones de poetas latinoamericanas, trabajo que comparte con la poeta argentina Marta Cwielong y que trata sobre la obra literaria de mujeres poetas que tiene como objetivo la difusión de la poética de autoras nacidas en la primera mitad del siglo XX en América Latina. Además, es productora ejecutiva de la serie documental “Poesía viva del mundo”, producción cinematográfica sobre los principales festivales de poesía en el mundo, proyecto liderado por la productora cinematográfica Mental Revolution, que dirige Rocko D. Márquez. Ha publicado en poesía Mazo de Hércules y otros poemas (2013) y Consejos a la niña (2017).

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