Por Andrés Ajens*
Crédito de la foto el autor
7 poemas de La huaca corriente.
poesía (peruana) extemporánea (inédito),
de Andrés Ajens
EN EL BOSQUE AURICULAR, destellos.
De la casa de la literatura a la casa del escritor
desierto alimón; la escritura, a diestra, te sopla:
es el mejor, yo misma corregí su última edición.
A la picantería todxs, salió y dijo lo que oyeron,
huaynos de barrios, sesquiáltero cuy, destellos.
[Lima, 19/20, 05,19]
TU CAMPAÑA DE LA BREÑA, patria
o muerte, sin
patria, sin muerte, desbroza
la rosa, hoy, de Ocopa:
la rosa sucia, nispa X nirqa, se lava en casa,
¿adónde vamos pues cada vez sino a casa?
Moras tú, pero, en la a que va y va
en nach y aun dos veces en casa.
[Ocopa/Huancayo, 14/15,05,19]
SON RETORNOS VIVOS, alas,
a la Concepción que emplaza
entrañables araucarias yendo a este otro nacimiento
camino a Jauja, sonrientes — son
desbreña tu venganza
o pasando y repasando, Huamachuco y Huaripampa,
repartido, desazón,
ya la expone, la depone, de tal (Arauco) invadiente.
Como chilenos de Cal-
fucura en Chilihue hay,
el rebrujo de los Andes, y tocayo de este aguayo,
saluda su cicatriz
(un balazo, ojo, me cegó,
te guiña por 1/2 instante)
antes de cruzar el abra corriente hacia la otra muerte.
[Concepción/Huánuco, 13/14 mayo, 19]
DEL ANTISUYO, muña
húmera — te vi volar,
golondrina ante el abismo
sobre el atador solar; antes
el Inca, de Soto, Cieza, los jesuitas
expulsos, Sucre, el brujo
tras las chilenas líneas, Sendero
practicando tiro en el atador y una tuna
jugosa ahí, inmemorial. Sólo más tarde
te oí silbar en el cielo apo-
sentando de Guamanga
el más extraño bello aire quechua
ayacuchano, alto suizo alemán.
[Ayacucho, 7/8.05.19]
YACANA NEGRIBLANCA, a mano
burilada, la súper
masiva palabra vuelta
oscura puntual comarca
llama:
manojo de cumbre lumbre, va-
cante, centaura yanamarca,
camina de cabeza
en medio de la llama.
[Cusco, 19.4.19]
LA HUACA EXTEMPORÁNEA
Hay un fotograma de X llamado La huaca extemporánea. El fotograma da a entrever una huaca que simula sujetar con la espalda (mas no sujeta nada) las piedras de un ushnu a punto de periclitar. Tiene los ojos un tris desbordados, la boca, entreabierta, y el rostro, un destello levemente sonriente. Este aspecto, o semiaspecto, retraza la huaca del porvenir (cf. J. Beasley-Murray, Vilcashuaman, 2010). Lo que llamamos porvenir fuera ese sonreír (blicklich, augenblicklich) por venir. Allende la ironía y la parodia, hoy, corriente, vuelve el rostro hacia ti.
[Lima; 19/20.5.19]
COrrIENDO destieRRa
en no se sabe qué últimos
pañales (ca. LX), av. Are-
quipa, cda. 23, 11 de 1 11.
[Trilce/Pirque; 25.5.19]
*(Concepción-Chile, 1961). Diplomado en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, actualmente participa del Programa de Indagaciones en Escrituras Americanas, de la UMCE, ex Pedagógico, en Santiago. Es co-editor de la revista de poesía Mar con soroche (Santiago / La Paz). Ha publicado, entre otros: La última carta de Rimbaud (1996), Más íntimas mistura (1998), No insista, carajo (2004), Con dado inescrito(2008), El entrevero (2009), La flor del extérmino (2011), Æ (2015), Bolivian Sea (2015) y Cúmulo lúcumo (2015).